Por Kokó México
Guanajuato es más que historia. Conocido por su riqueza minera, arquitectura colonial y tradiciones culturales, también guarda en sus tierras vestigios de civilizaciones prehispánicas, que se han convertido en puntos de interés para los turistas.
¿Ya hiciste el tour de las zonas arqueológicas?
Arroyo seco: arte en piedra, voz de los ancestros
Ubicada en el municipio de Victoria, la zona arqueológica de Arroyo Seco resguarda una de las mayores concentraciones de arte rupestre del país. Sus pictografías, realizadas por antiguos cazadores-recolectores, capturan fragmentos de su cosmovisión, y con ello, nos hablan de un vínculo profundo entre el ser humano, la naturaleza y lo sagrado.
El Cóporo: la ciudad en la sierra
En la sierra de Santa Bárbara, en el municipio de Ocampo, se encuentra El Cóporo, un asentamiento que floreció entre los años 500 y 900 d.C. Su arquitectura, junto con objetos de cerámica y herramientas de piedra, revela una rica red de intercambios culturales entre regiones como Zacatecas, San Luis Potosí y el Bajío guanajuatense.
Cañada de la Virgen: astronomía y espiritualidad
En San Miguel de Allende, la zona arqueológica Cañada de la Virgen se posiciona como un observatorio astronómico ceremonial de los años 600 y 900 d.C. Su traza urbana está alineada con los ciclos cósmicos, y sus estructuras revelan la importancia del cielo en la vida ritual y agrícola de sus habitantes.
Plazuelas: armonía entre ciudad y paisaje
Entre los cerros de Pénjamo, Plazuelas destaca por su diseño armónico con el entorno. Sus plazas y estructuras, habitadas entre 450 y 900 d.C., son ejemplo de cómo la arquitectura se adaptó al paisaje sin alterar su equilibrio, una lección ancestral sobre sostenibilidad y pertenencia al territorio.
Peralta: monumentalidad y poder ceremonial
Uno de los sitios más grandes de la región, Peralta, en Abasolo, se desarrolló entre los años 300 y 900 d.C. Su arquitectura monumental lo posiciona como uno de los seis principales centros cívico-ceremoniales de la tradición El Bajío.