La industria automotriz, de probada eficacia, sufrió fuertes cambios durante 2021 a nivel mundial que ha provocado el desabasto de autos
Por Luis M. López
El hecho de que la industria automotriz a nivel global, y en consecuencia en México, haya tenido el peor noviembre en una década durante 2021, es ocasionado por la avalancha multifactorial de situaciones jamás registradas.
El modelo de producción utilizado en la industria automotriz, de probada eficacia y, hasta ahora, prácticamente infalible, tendrá que reinventarse como parte de los desafíos planteados por la pandemia mundial.
La caída de la producción automotriz se debe, en buena medida, a la crisis mundial de semiconductores, un micro componente necesario para el funcionamiento de varios sistemas importantes en los autos, como el de frenado. Estos microchips fueron demandados como nunca cuando en marzo de 2020 el mundo tuvo que confinarse.
La nueva normalidad detonó la sobredemanda de computadoras, teléfonos móviles y gadgets en general que nos permitieran continuar comunicados. Esos dispositivos también utilizan semiconductores.
La industria automotriz durante décadas implementó el método just-in-time, conocido por sus siglas JIT, que podría explicarse como “la cantidad exacta de suministros, en el lugar justo, y en el momento preciso para completar un proceso de producción”.
Al no tener un stock o inventario de piezas, como los semiconductores, las armadoras se enfrentaron a la escasez mundial por la sobredemanda.
“Los turbulentos acontecimientos del año pasado han puesto en tela de juicio los méritos de la reducción de inventarios, además de reavivar la preocupación de que algunas industrias han ido demasiado lejos, ya que se han quedado vulnerables a las interrupciones”, explica el New York Times en su artículo ‘Como el mundo se quedó sin nada’ publicado en junio 2021.
El método JIT, como casi en todos los aspectos de la vida tras la crisis detonada por la pandemia mundial, ha sido puesto bajo la lupa y tendrá que renovarse esta vez para la pronta recuperación del sector automotriz que para México representa cerca del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y 19 por ciento de la industria nacional.
“De acuerdo con cifras de la AMIA (Asociación Mexicana de la Industria Automotriz) reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”, publicó El Financiero en noviembre de 2021, “de las más de 12 armadoras que se tienen en el país, Ford y Toyota presentaron repunte en su producción mensual en el décimo mes del año”.
José Zozaya, presidente de AMIA, ha declarado a diversos medios que la caída de la industria de los autos cierra 2021 con una caída de casi 3 por ciento que podría recuperarse alcanzando nivel ‘prepandemia’ hasta 2024.
Pausa en Mazda Salamanca por falta de chips
La planta de Mazda en Salamanca hizo una pausa de tres días en su cadena de producción ante la ausencia de chips.
El paro del lunes 21 al miércoles 23 de febrero no es el primer frenazo de la empresa automotriz por falta de semiconductores.
En el último año ha parado 62 días. Lo que se traduce en un descenso de 31 mil unidades en los planes de la producción de la compañía japonesa.
La ausencia de semiconductores está afectando especialmente a los fabricantes de automóviles, que están teniendo serias dificultades para cumplir los objetivos de producción planificados para este año 2022.