Por Akiko Kumegawa
Conocí la ceremonia de té cuando yo era estudiante de la universidad.
Cuando visité por primera vez la casa del maestro, me fascinó la bella apariencia cuando abrió la entrada rociada con agua, el olor a incienso y la atmósfera del salón de té.
Desde entonces, más de 20 años he continuado con esta disciplina a pesar de los cambios en las etapas de mi vida. Ahora tuve la oportunidad de presentar la ceremonia del té en México, la cual me hizo reflexionar de nuevo sobre los encantos de este ritual.
En la ceremonia del té, el anfitrión sirve té verde (matcha) a los invitados.
El objetivo principal de la ceremonia del té es ofrecer un entorno tranquilo a los invitados, que disfruten la ceremonia.
Durante la ceremonia del té, hay una cierta forma de servir y también cierta forma de tomar té.
Se dice que aprender estas prácticas no es solo conocer las reglas sino también se trata de aprender a cuidar cosas, la decencia, respeto a otros, es decir, el espíritu de hospitalidad.
Las herramientas básicas son Chawan (boles de té), Chasen (batidor de bambú), Chashaku (cucharas de té), Chaire (contenedores de té), Fukusa (pañuelo de seda), Hishaku (cucharones de agua), Kama (recipientes de hierro), etc…
Temae significa preparar té.
Primero el anfitrión trae las herramientas, las purifica, calienta Chawan, sirve té verde y agua caliente a Chawan, lo prepara con Chasen, y lo ofrece al invitado.
El invitado cuando le ofrecen té verde, primero hace una reverencia, toma la taza con la mano derecha, y la coloca sobre la mano izquierda, hace una reverencia ligera al anfitrión, gira un poco la taza y le toma el té. El propósito de girar la taza es evitar que la boca toque el frente de la taza, que es la parte más importante de la taza.
Cuando haya terminado de tomar, coloque la taza frente a las rodillas y se limpia con la mano derecha.
Si hay una persona en espera a lado, haga una reverencia expresando “con permiso”.
El anfitrión prepara té y dulces no sólo para ofrecer sino dependiendo de las estaciones del año, selecciona Kakemono (arte japonés, pintura o caligrafía), flores, Chawan que representan la estación para entretener a los invitados. Esto es el espíritu de hospitalidad.
Los invitados disfrutan de la hospitalidad y expresan su agradecimiento al anfitrión y así se establece comunicación entre ellos.
Una de las cosas importantes en la hospitalidad de la ceremonia del té es la expresión de las cuatro estaciones del año en Japón.
La primavera, el verano, el otoño, y el invierno. Es un placer disfrutar cada estación para nosotros. En México, por ejemplo, las flores púrpuras del árbol de Jacaranda son hermosas en la primavera.
En un espacio tranquilo, concentrarse en preparar una taza de té. Disfrutar el sonido, aroma, color y sabor utilizando los cinco sentidos. Apreciar la belleza de las flores de cada estación y reflexionar lo que dice en Kakemono.
Para nosotros que vivimos en una vida moderna ocupada, el tiempo que pasa en el ceremonia de té podría ser muy relajante para descansar nuestra mente.
Es por eso que amo este ritual.
La Navidad del año pasado, una familia mexicana me invitó a su casa para tomar ponche: Entrando a su casa, disfruté de la increíble decoración navideña y el rico aroma de ponche. Probé ponche por primera vez, estuvo muy sabroso, con sabor de frutas y especias, una bebida para calentar hasta el alma en tiempo de Navidad.
Sentí la cálida hospitalidad de mis vecinos por invitarme a disfrutar el evento especial con la comida y la bebida de la temporada.
Es universal los deseos de compartir un momento agradable con los seres queridos.