Por Larissa Torres
El coronavirus ha transformado el mundo, y a la industria automotriz. De fabricar miles de autos, armadoras cambiaron sus líneas de producción y comenzaron a fabricar mascarillas, respiradores, material sanitario y protectores.
Como una muestra de solidaridad y responsabilidad social, la industria automotriz, una de las más afectadas por la aparición del coronavirus, ha apoyado al sector salud atendiendo las necesidades médicas.
General Motors de México, acondicionó un área especial en su planta de Toluca, Estado de México, para iniciar la producción de mascarillas quirúrgicas.
En un plazo de 6 meses, GM producirá 1.5 millones mensualmente, es decir, 9 millones de mascarillas quirúrgicas en total.
Una parte de la producción será donada a hospitales públicos ubicados en las entidades donde opera: Ciudad de México, Estado de México, San Luis Potosí, Guanajuato y Coahuila, mientras tanto, la otra parte será usada para sus empleados y distribuidores.
Ford de México también se sumó a esta causa con la iniciativa “Proyecto México” para fabricar 100 mil escudos faciales en su planta de Chihuahua. Del total, 20 mil serán entregados a instituciones gubernamentales de salud en Chihuahua, Sonora, Guanajuato y el Estado de México, regiones donde Ford tiene presencia.
Otras 60 mil unidades serán entregadas al Gobierno Federal para que sean distribuidas entre el personal de salud, médicos y especialistas que se encuentran en la primera línea de atención a pacientes con COVID-19 y los otros 20 mil para los clientes de Ford en Centroamérica.
Fuera de México, muchas firmas del sector mantienen iniciativas del mismo tipo. Por ejemplo, en Japón, Mazda también se sumó a la causa y dejó por un momento la producción de autos para fabricar mascarillas.
En Italia, Lamborghini dejó de fabricar autos superdeportivos para producir mascarillas y protectores.
En Alemania, Mercedes Benz utiliza sus impresoras 3D para producir rápidamente los componentes que necesita la producción de respiradores y ventiladores médicos.
En China, la empresa BYD creó una línea de producción de mascarillas protectoras y gel desinfectante. Actualmente ya retomaron operaciones en la industria automotriz, sin embargo, ante la baja del mercado mundial de coches y el alza en la demanda de mascarillas, la empresa sigue produciendo hasta 5 millones de mascarillas al día.
La producción de vehículos a nivel mundial está paralizada, sin embargo, las modernas instalaciones industriales del sector y sus centros de desarrollo son un lugar idóneo para desarrollar y fabricar los materiales médicos más necesarios en estos tiempos de COVID-19.