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Fue de los primeros japoneses que llegaron a León.
Por Pablo César Carrillo
En 1955, una familia de japoneses trajo a León la industria de la bicicleta. Arreglaban bicicletas y parchaban llantas con disciplina japonesa.
Ahí todavía están detrás del mostrador, en la calle Miguel Alemán.
Uno de ellos es Octavio Mikio Totsuka Masuda, un japonés que llegó a León cuando tenía 10 años y hoy tiene 62.
El fundador del negocio fue su padre, Francisco Kinkichi Totsuka. El señor Francisco Kinkichi era un empleado en los barcos que traían mercancía de Japón a Sudamérica, y había vivido un tiempo en Perú.
Francisco Kinkichi quería vivir en EEUU y se fue a Mexicali, con la intención de cruzar la frontera. Pero cuando comenzó la guerra entre Japón y EEUU, expulsaron a los japoneses de Mexicali y llegaron a Guadalajara, donde trabajaron como agricultores.
Francisco Kinkichi estuvo en Jalisco, hasta que se vinieron a León por recomendación de unos amigos que se dedicaban al negocio de las bicicletas.
Aquí se quedaron. El señor abrió un local en la calle Miguel Alemán y se convirtió en el Rey de la Bicicleta en un pueblo bicicletero. Ahora la familia tiene tres negocios: dos en la calle Miguel Alemán y uno más en la calle Hilario Medina.
Aunque ellos, en realidad, ya no se sienten japoneses. Totsuka es mexicano. No habla nada de japonés, ni conoce Japón, aunque tiene la piel amarilla y los ojos rasgados. Es un japonés muy mexicano. O bien: un mexicano muy japonés.
Durante años, los japoneses vendedores de bicicletas eran los únicos orientales en la región. Pero ahora ya están acompañados por miles de japoneses que han llegado a Guanajuato, con la industria automotriz.
El boom automotriz ha provocado una migración japonesa como en ninguna otra parte del mundo. El mexicano Octavio Mikio Totsuka, en tanto, sigue aquí con la industria de la bicicleta.
Totsuka entiende lo que significa llegar a un país remoto y distinto, como México, así que pide a sus paisanos entender que los mexicanos son gente abierta. “Este es un país globalizado”.
Totsuka es como una prueba piloto de lo que podría ocurrir con los japoneses que hoy llegan con la industria automotriz. Totsuka tiene hijos mexicanos, nietos mexicanos y negocios mexicanos. Su plan era vivir en EEUU, pero se quedó en León para siempre con la industria de la bicicleta.