Este espectáculo natural anuncia la llegada de la primavera y pinta de morado las principales calles de nuestro país. Desde el siglo pasado, el japonés Matsumoto trajo a México este árbol de origen brasileño.
Por Laura Campa
Inspirado en la floración de los cerezos de Japón, el jardinero Tatsugoro Matsumoto trajo a México el árbol de jacarandas. Hoy día muy popular en las principales avenidas de nuestro país.
La avenida Reforma en la ciudad de México, o la calle Paseo de Jerez en León, están pintadas de morado por la flor del árbol de jacaranda. Es tiempo de floración. Es la bienvenida a la primavera.
Este árbol nativo de Brasil llegó a mediados del siglo pasado gracias a Matsumoto, inmigrante y jardinero japonés que se estableció en la ciudad de México.
En 1895 abrió un invernadero en la colonia Roma, y desde ahí se dedicó al diseño de jardines para las familias aristocráticas de la época del Porfiriato.
Fue el mismo Porfirio Díaz (ex presidente de México) quien lo invitó a diseñar los jardines del Castillo de Chapultepec, por cierto, los arboles principales son las jacaradas.
Impresionado por la abundante vegetación de nuestro país, durante el gobierno de Álvaro Obregón (otro ex presidente), Tatsugoro Matsumoto y su hijo Sanshiro, recomendaron al Presidente plantar algunas jacarandas en las calles de varias ciudades del país.
Reconocido por su aporte a los jardines públicos, Matsumoto fue un personaje muy querido y respetado.
En la Segunda Guerra Mundial, la familia Matsumoto encabezó el Comité de Ayuda Mutua y aprovecharon sus influencias con el gobierno mexicano para recibir a los exiliados japoneses. Llegaron más de 900 inmigrantes a su Hacienda El Batán ubicada al sur de la Ciudad de México.
Matsumoto ya no volvió a su natal Japón. Murió en 1955 a la edad de 94 años.
Su amor por las flores, la tierra y la naturaleza, las heredó a su familia. A México heredó la flor de jacaranda.