Yoshi Yoshikawa es un artista japonés que llegó a México hace 20 años. Vino a regalarnos hermosas esculturas que hoy se pueden apreciar en San Miguel de Allende
Por Kokó México
En San Miguel de Allende, hay un jardín que resguarda más de 90 esculturas de un artista japonés que nos heredó sus obras para embellecer este lugar.
Se trata de Santtüary, un parque temático con arte escultórico que aún está en construcción, pero que puede ser visitado con previa cita para conocer la obra escultórica de Yoshi Yoshikawa.
Sus esculturas hechas de mármol y granito, se pueden apreciar mientras se camina por amplios jardines.
Yoshi Yoshikawa llegó a San Miguel de Allende interesado por la cultura mexicana, y junto con su esposa se instaló en esta ciudad hasta su muerte.
Fue Yoshi quien promovió la idea de hacer un museo de esculturas. Soñaba con regresar a Hakone, y solía platicar sobre el museo de esculturas más grande de Japón.
Yoshi vivió en San Miguel solo con su esposa. Tuvo una vida austera, solitaria, sencilla y artística. Sus días los dedicaba a tallar piedras.
Murió justo en el año que llegó Mazda a Salamanca. Ya no alcanzó a ver el boom japonés. “Hubiera sido su renacimiento”, contó su amigo Hugo Granados, quien lo considera uno de los más finos escultores porque se expresaba como un poeta.
A través de su escultura, plasmó la grandeza de una de las culturas más refinadas del mundo: la japonesa.
“Yoshi fue un embajador de Japón, desconocido y silencioso. Llegó para regalarnos belleza y poesía”.
Ahora, en su honor, las esculturas de Yoshi se exhiben en un campo de 4 hectáreas de manera permanente. Aquí dejó su herencia.