Por Kazu Hayashi
NPK Fluid Control Systems México S.A. de C.V.
kazuhiro.hayashi@pillar.co.jp
La industria automotríz en México se ha relacionado con temas económicos, políticos y diplomáticos como asuntos de victoria de Sr. Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, TPP (Trans Pacific Partnership) o Tasa de cambio etc. Pero en este caso mi interés es sumamente diferente, y trato el tema más local representado por “los Parques Industriales” y la aculturación de los japoneses dentro de los parques. Es decir, hablo de la industria automotríz a través del método “etnográfico” planteado por la antropología cultural enfocándome en la producción y re-producción de las culturas híbridas. Quiero destacar que en el parque industrial no sólo se producen carros y autopartes.
Muchos japoneses son enviados de su patria con el estímulo de que “Viviendo aprendes todo. No te preocupes”. Pero la realidad es diferente. La moyoría sufre y ni siquiera pueden pedir los taquitos en los restaurantes. Estos señores tratan de comunicarse con sus compañeros mexicanos con el Smartphone o el diccionario digital en sus manos, y al mismo tiempo los jovencitos mexicanos aprenden rápido y empiezan a hablar Japo-ñol con los asiáticos. A veces occure esto, pero la moyoría no es así. Sabemos que las grandes empresas contratan gente que habla inglés para “evitar” este obstáculo.
Obviamente los problemas culturales no necesariamente se caracterizan por los conflictos entre “Nacionalidades” o “Culturas Nacionales” representadas por Japón, México, Alemania, Estados Unidos etc. en los parques indutriales. Un ejemplo. En la sociedad mexicana hay escasa movilidad dentro del estrato social. En este sentido, en el México clasista los licenciados nacen siempre en la casa de los licenciados y los obreros también son permanentemente obreros. Antes de su nacimiento o esfuerzo, parece que sus destinos ya son determinados. No sólo estoy hablando de la clase social sino también como responsable de recursos humanos de una empresa japonesa. No se puede ignorar el hecho de que las obreras que hacen la fila para la entrega de la solicitud de trabajo son “Madres Solteras” que se debe analizar como una diferencia de los conceptos de género, de sistema educativo y tal vez de la religión.
A pesar de estas diferencias culturales, no podemos parar nuestro Business obviamente. Y como el Sr. Cónsul General Sr. Suzuki indica correctamente en la entrevista de KOKÓ MÉXICO Núm 2 : “Hay que tratar de integrarse y de saludar a los mexicanos”. Así como los niños que llegan a México con sus padres, aprenden varios idiomas mucho más rápido y se integran fácilmente a la sociedad mexicana, estoy seguro que podemos aprender algo de ellos para dar un paso adelante superando “las diferencias culturales”.