Por Andrea Navarrete*
En la mitología de la creación de Japón, existe una historia de dos deidades que se amaban y en una ocasión estaban ambos distanciados. Entonces Izanami (deidad femenina) tomó la iniciativa para acercarse a su amado y tener un hijo, pero éste nació deforme: un hijo sanguijuela. Le preguntaron a los dioses que porqué habían tenido a ese hijo y ellos le dijeron que porque ella había tomado la iniciativa.
Cuando la deidad masculina tuvo la iniciativa de tener otro hijo, ya nació perfecto y así muchas más deidades surgieron de ellos.
Izanami se enferma y muere, cuando él va al inframundo, conocido como el Yomi, busca desesperado a su amada y otras deidades le ponen una condición: que vaya a buscarla pero que no la mire, lo que no puede cumplir.
Cuando la ve, ella está putrefacta porque comió de los frutos del Yomi. Y por consecuencia entra en estado de putrefacción. El siente horror de mirarla y huye ante la imagen terrible de su muerte, que le produce tal impacto que va a tomar un baño que lo purifique por haber entrado en contacto con las tierras del Yomi.


A partir de ese baño, éstos se van a convertir en algo fundamental y cotidiano del pueblo japonés.
porque ellos se purifican a través del baño, tradicionalmente, en las noches recurren a unos baños colectivos que se llaman Onsen. Hay una parte de hombres y otra de mujeres, cada uno se baña delicadamente fuera del pozo de agua, cuando ya han completado todo el baño personal, cuando están totalmente limpios, entonces entran a compartir el agua colectiva, un ritual de purificación, esto es una tradición antigua que viene del momento en que Izanagi se va a purificar, éste es el por qué le va a dar a todo el pueblo japonés un sentido de limpieza entendiendo limpieza por pureza, esto se vuelve un ritual, que tendrá un sentido ceremonial, un sentido sagrado en su día a día.
Disfrutar de los baños termales japoneses (Onsen) es una de las experiencias más inolvidables y relajantes que se pueden experimentar en un viaje a Japón.
*La mexicana Andrea Navarrete es una viajera incansable. Ella nos compartirá sus experiencias como turista en Japón, y su gusto por conocer esta fascinante cultura.