Por Larissa Torres
Los alumnos del Instituto Educativo Japonés en Irapuato siguen estudiando desde casa, ya que se deben respetar las indicaciones de las autoridades mexicanas y el Semáforo para la Reactivación en Guanajuato aún no permite regresar a las aulas, como ya lo hacen los niños en Japón.
A pesar de estas limitaciones, los alumnos siguen trabajando en equipo desde casa. Como muestra de esta unión estudiantil realizaron un Kamishibai (teatro de papel) para interpretar una fábula japonesa.
“Momotaro”(niño nacido de un durazno), es una de las fábulas más conocidas en Japón. Cuenta la historia de una pareja de ancianos que no puede tener hijos y un día son bendecidos con un niño que nace del interior de un durazno gigante, que la anciana encuentra flotando en un río.
Al crecer, el personaje principal Momotaro, se convierte en un gran héroe cuando decide recuperar un tesoro que está en Onigashima (la Isla de los ogros).
En el camino se encuentra con varios animales: un perro, un mono y un ave, que gracias a la generosidad de Momotaro con ellos, se le unen en su travesía. Viajan juntos hasta llegar a la Isla de los Ogros, en donde luchan contra ellos y logran recuperar el tesoro para volver a casa.
Cada alumno del Instituto Japonés participó con una escena de la fábula utilizando materiales reciclables que tenían en casa, como hojas de papel, acuarelas de colores, incluso algunas verduras.
Para representar a los personajes se utilizaron calabacitas, tomates verdes, jitomates, limones, jícamas, chayotes, pimientos, chiles, frijoles, tortilla y nopales.
Al final se unieron todas las escenas y como resultado se obtuvo un video creativo de 6 minutos, en el que los alumnos van narrando un fragmento de la historia.
De esta manera, el Instituto Japonés cumple con la intención de los directivos de crear y fomentar un sentido de unión entre la comunidad estudiantil, pese a las limitaciones que implica el coronavirus.