Esta mamá guanajuatense, vive el reto de brindar una educación bicultural
Erika Hernández, mexicana, y Yuichiro Kitano, japonés; se conocieron hace más de 10 años. Él viajaba por Guanajuato y ella, nacida en Dolores Hidalgo, estudiaba en la capital del estado. Sostuvieron una relación a distancia los primeros años, hasta que luego de algún tiempo decidieron hacer de México la sede de su hogar.
Erika es madre de tres niños nikkei. Para Erika, el mayor reto ha sido ser más que una familia bilingüe, una familia bicultural.
“Tratamos de generar en ellos dos chips: cuando estamos en México, adoptamos el comportamiento de nuestro país. Cuando vamos a Japón les decimos que nos comportemos como lo hacen en Japón”.
Ser mamá bicultural no ha sido fácil.
“Los chicos saben que en Japón debes quitarte los zapatos al entrar a casa, saben que deben ser más silencioso porque los niños ruidosos no son muy bien vistos”, comenta en entrevista con Kokó México. ”Para los chicos esto puede ser un poco estresante”.
Ericka se reconoce en un proceso de aprendizaje constante, y recomienda a las madres que se enfrentan al choque de estas dos culturas, conformar círculos de apoyo de ambas nacionalidades, para que los niños puedan naturalizar la convivencia con sus dos culturas tan opuestas una de otra.