Por Kokó México
Después de varias décadas de vivir en México, la japonesa Itsumi Inago ya se siente mexicana. “Estoy muy feliz y orgullosa de vivir en este grandioso país. Quiero mucho a México. Quiero seguir conociendo a los mexicanos y en mi siguiente vida me gustaría ser mexicana”.
Amar a México no fue fácil. Las diferencias culturales entre su país natal y su país de adopción, al principio la impactaron mucho.
Se tratan de dos mundos opuestos en todos los aspectos. Ella llegó a León sin conocer a México. “Mi familia es muy tradicional y se molestaron mucho porque me vine a México. Antes no era muy común salir de Japón para vivir fuera del pais”, contó en su perfecto español.
El primer impacto para Itsumi no fue el idioma ni la comida, fue darse cuenta que los mexicanos son totalmente diferentes.
“En Japón somos muy callados y silenciosos. Cuando vivía en un departamento todos los fines de semana escuchaba taconazos porque habían fiestas y mucho ruido”.
El tema de la limpieza fue otro choque cultural para Itsumi. “Cuando llegué a León era muy sucio. Ahora ya hay más conciencia ecológica. Antes me tocaba ver cómo la gente que viajaba en los camiones tiraba por la ventana basura y latas de cerveza a la calle. En Japón somos muy estrictos con el orden en la limpieza en lugares públicos y privados”.
Los primeros años de Itsumi en León fueron muy angustiantes. Tratar con la gente impuntual, que carece de organización, fue algo desesperantes para ella. Pero al final ella entendió que era más fácil de aceptar a los mexicanos que estar peleando con todos.
Ahora ella no deja de admirar a México por toda la riqueza que tiene en su cultura, la naturaleza, la gastronomia.
Hoy, ella vive feliz en México. Admira a México por toda la riqueza que tiene en su cultura, naturaleza, gastronomia.