El frijol es muy importante en la cocina mexicana, tanto, que está presente en más del 60 por ciento de los antojitos típicos del país.
Por Larissa Torres
Aunque es muy pequeño, es muy nutritivo y sano. Por su alto contenido en proteínas y minerales, es básico para la alimentación de la población mexicana; ocupa el segundo lugar en importancia después del maíz.
Existen alrededor de 150 especies de frijoles en el mundo, de las cuales 70 se encuentran en México con una gran variedad de tamaños y colores como: blancos, negros, amarillos, morados, pintos.
Generalmente los frijoles en México se comen salados (en caldo o fritos) y cocinarlos resulta muy fácil y económico. Muchos platillos mexicanos son preparados con frijoles. Y en muchas familias los frijoles son indispensables porque se sirven como complemento de otras comidas mexicanas. Tortillas y frijoles son básicos en la dieta de los mexicanos.
En Japón también los frijoles con muy populares, pero allá son frijoles dulces y se usan para preparar deliciosos postres y platillos como el anko (pasta de frijol rojo).
A los frijoles en Japón les llaman “judías”. Y el frijol más común es el azuki.
El frijol azuki es la segunda legumbre más consumida en Japón, después de la soya. Azuki significa “semilla pequeñita” y es de color marrón rojizo, con una línea blanca marcada en un costado.
Los frijoles azuki son más fáciles de digerir que otras leguminosas. No son naturalmente muy dulces, pero en la cocina japonesa se utilizan sobre todo como relleno de dulces japoneses, en forma de anko; que es la base de los wagashi (dulces japoneses).
Al igual que las especies mexicanas, las judías japonesas (frijoles) son plantas muy resistentes que se cosechan en cualquier temporada y es un alimento que se puede encontrar todos los días del año en cualquier mercado.