El olfato ha permitido la supervivencia humana, pero su relevancia para la salud mental es un campo por descubrir
Por Luis M. López
La pandemia mundial ha provocado que la humanidad valore de nueva cuenta lo que resultaba casi irrelevante. Como el olfato. Uno de los primeros síntomas de las personas que padecieron COVID-19 es justo la pérdida de este sentido. Y ha sido el olfato, a lo largo de la historia, indispensable para la evolución de las sociedades tal y como las conocemos.
Poco se ha investigado sobre los efectos neuronales positivos que los aromas podrían generar.
Un aroma que nos regresa al hogar, un olor que hace que nos tranquilicemos, la idea de bienestar al descansar en un espacio perfumado por ciertas flores, no solo producen sensaciones sino grandes beneficios a nivel cerebral.
Investigadores japoneses de la Universidad de Kagoshima probaron en ratones los efectos ansiolíticos del linalool, un compuesto químico presente en la lavanda. Los hallazgos de este trabajo fueron incluidos por la revista especializada Frontiers in Behavioral Neuroscience en su edición de octubre de 2018.
“Oler linalool producía un efecto como si se hubiera tomado un Valium”, reportó a La Vanguardia Hideki Kashiwadani, líder del equipo investigador, pero sin los efectos secundarios.
Tranquilidad y relajación que la medicina popular, desde hace mucho tiempo, identificó en los compuestos olorosos derivados de extractos de plantas. Beneficios anciolíticos que hoy se han confirmado en la lavanda.
La aromacología o psicología de los aromas, es una ciencia nueva que estudia la relación entre los aromas y las alteraciones que estos provocan en nuestro estado de ánimo.
No es casual que el aroma de la lavanda sea utilizado como ‘ardit publicitario’ en productos de limpieza o aromatización del hogar.
Lo cierto es que la tradición herbolaria popular, mucho antes de que la ciencia lo confirmara, ya incluía a este sutil olor como remedio en transtornos del sueño, como el insomnio (se recomiendan un par de gotas de este aroma sobre la almohada) o incluso como analgésico para dolores de cabeza.
Lavanda, el aroma que atrae turismo
En Guanajuato, tal como ocurre en Kamikawa, los paisajes de lavanda se afianzan como un destino turístico que ofrece encuadres únicos para los amantes de las selfies.
La Granja Tomita se localiza en la ciudad de Furano, de la subprefectura de Kamikawa, Hokkaidō, Japón y en ella la lavanda es protagonista del turismo. La siembra masiva de lavanda en la región de Furano comenzó en lo cincuenta. Sin embargo la vocación productiva cambió y solo algunos siguieron cultivando esta planta.
La Granja Tomita hoy es parte de los principales destinos turísticos al inicio de verano cuando sus campos de lavanda lucen en su esplendor.
A 10 mil 304 kilómetros de distancia, el Proyecto Lavanda, en Las Coloradas, es una iniciativa de economía social, cerca de Dolores Hidalgo, Guanajuato, que nace para aprovechar el cultivo de lavanda en una región azotada por las sequias de 2005.
Hoy también busca consolidarse como un atractivo turístico más en el estado que detone la agricultura sustentable. Además, su objetivo es divulgue también todos los beneficios de esta hermosa planta de tonos violetas que embellece cualquier región y que puede ser, además, fuente de desarrollo económico y social para las regiones que la cultiven.