Agradezco a Kokó México por brindarme un espacio en esta edición y poder compartir con sus amables lectores, la estrecha colaboración que mantenemos con la querida comunidad japonesa que habita en nuestra ciudad y cómo juntos hacemos frente al desafío común del planeta: el coronavirus.
Si bien la crisis sanitaria mundial ha impactado de manera muy negativa no solo en el tema de salud pública, sino en el sector económico y social; también ha fortalecido la solidaridad entre las naciones.
Un virus hizo más evidente que vivimos en un mundo interconectado y globalizado. Que no importan distancias geográficas, ni diferencias de idioma, físicas o culturales. Todos somos vulnerables, pero cuando nos unimos en la adversidad, podemos salir adelante.
León y Japón tenemos muchas similitudes, una de las características principales que compartimos es nuestra cultura del esfuerzo para enfrentar y superar los retos.
A lo largo de nuestra historia hemos sufrido guerras, inundaciones y epidemias. Aunque la vida nos ha puesto de rodillas, siempre nos hemos levantado.
En cualquier situación, nuestro crecimiento continúa. La colaboración y participación ha sido esencial para adaptarnos a la nueva normalidad con acciones como:
λ Arranque ordenado de actividades comerciales y sociales
λ Reforzamiento en el tema de inversiones y seguridad
λ Medidas de prevención y aplicación de pruebas de Covid-19 en empresas japonesas.
λ Coordinación para reactivar los sectores de educación, innovación, ciencia e intercambio cultural y turístico cuando las condiciones lo permitan.
Mi reconocimiento a la comunidad japonesa que ha sido de las más respetuosas y ordenadas en la implementación de estrategias para evitar contagios en nuestro municipio.
No importa el tamaño de nuestros problemas. Los leoneses y japoneses somos amigos en la prosperidad y también en la adversidad.
Seguimos de pie, juntos, ambos pueblos del sol para seguir escribiendo una nueva historia con un futuro de esperanza para nuestras familias.