La música de este compositor y cantante guanajuatense distingue a México en todo el mundo.
Por Magdalena Méndez
A 50 años de su fallecimiento, José Alfredo Jiménez sigue siendo “El Rey” y es un símbolo de la música mexicana en el mundo.
Recientemente, en el marco del Homenaje Nacional por el 50 Aniversario Luctuoso del cantautor guanajuatense, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, declaró su obra como Patrimonio Cultural Intangible del estado.
En el Festival Internacional José Alfredo Jiménez 2023, en Dolores Hidalgo, el gobernador declaró:
“Hoy venimos a dejar una gran constancia de nuestra admiración al poeta del pueblo, a celebrar su vida y a dar permanencia a su espíritu musical. Hoy venimos a esta bendita tierra en donde nació México, y en donde también nació el gran José Alfredo Jiménez, para firmar el Decreto Gubernativo Número 163, que declara a las expresiones artísticas de este trovador vernáculo Patrimonio Cultural Intangible del estado de Guanajuato”.
¿Quién fue José Alfredo Jiménez?
Nacido el 19 de enero de 1926, en Dolores Hidalgo. José Alfredo Jiménez Sandoval se destacó como ícono de la cultura musical en Guanajuato y a nivel nacional.
Fue hijo de Agustín Jiménez, químico farmacéutico egresado de la Universidad de San Nicolás y empresario dueño de la única farmacia en ese momento en Dolores Hidalgo, y Carmen Sandoval.
Desde niño, José Alfredo Jiménez demostró su amor por la música y el canto, así como su habilidad para componer canciones, escribiendo sus primeras letras dedicadas a la labor del campo y los animales, presentándose en algunas fiestas populares.
Sin embargo, su vida daría un giro cuando falleció su padre en 1936, y José Alfredo apenas tenía 10 años, y tuvo que mudarse de Dolores Hidalgo a la Ciudad de México. Su madre vendió la farmacia y abrieron una tienda de abarrotes que no tuvo éxito, por lo que el futuro cantante y su hermano mayor, Nacho, tuvieron que dejar sus estudios para trabajar.
Aunque su familia volvió a Guanajuato y se instaló en Salamanca, José Alfredo se quedó en la Ciudad de México, donde continúo con su carrera artística a la par que trabajaba como mesero en el restaurante La Sirena.
Otra de sus pasiones era el deporte, llegando a formar parte de equipos donde compartió cancha con Antonio “La Tota” Carbajal, un futbolista reconocido originario de León.
Tras varios años tocando puertas en radiodifusoras y casas disqueras, José Alfredo Jiménez conoció a Andrés Huesca, quien le presentó a Mariano Rivera Conde, director artístico de RCA Victor en ese momento.
José Alfredo comenzó a cantar como solista en el grupo Los Rebeldes, y compuso algunas de sus canciones hoy muy conocidas, como: El rey, Si nos dejan, Un mundo raro, Tú y las nubes, Amanecí en tus brazos, Cuatro caminos, Te solté la rienda, El jinete, La media vuelta, Ojalá que te vaya bonito, Paloma querida, y la canción de los guanajuatenses: Caminos de Guanajuato.
José Alfredo Jiménez falleció a los 47 años de edad el 23 de noviembre de 1973, por una enfermedad hepática.