El actor japonés no sabía hablar español, y aún así actuó como protagonista en una película mexicana representando a un indígena. Aquí su anécdota en el cine mexicano.
Por Luis M. López
Hace 58 años, el japonés Toshiro Mifune se convirtió en un indígena mexicano rebelde y famoso.
Al ser el protagonista de una película mexicana, representando a un indígena problemático e irresponsable, el actor japonés fue el primero en actuar como mexicano sin hablar el español.
Tuvo que memorizar todos sus diálogos en español, según contó el actor japonés en una rueda de prensa a su llegada al país hace 58 años.
Para recordar esta anécdota de Toshiro Mifune, contaremos sobre su participación como el primer actor japonés que representa a un indígena mexicano.
A finales de abril de 1961 llegó a México para participar en la película Ánimas Trujano. Los periódicos de entonces publicaron la imagen donde se le ve en la pista de aterrizaje del aeropuerto vestido con el clásico kimono japonés.
En la rueda de prensa dijo que había memorizado todos los diálogos en español. Sin embargo, el director prefirió doblar su voz “por la manera en que pronunciaba”.
El actor cobró 10 mil dólares por actuar en México, “una cantidad menor a la que acostumbraba”.
La insólita actuación de Mifune en México (en específico en Oaxaca, donde se rodó a partir de mayo de 1961), ocurre por idea del director Ismael Rodríguez, que buscaba entonces la internacionalización del cine mexicano.
“Fui a Japón a buscar a Toshiro Mifune. Me dijeron que lo tenían en exclusiva con una compañía”, relató Ismael Rodríguez, quien insistió y consiguió que el actor japonés viajara a México para dar vida a un indígena alcohólico y desobligado.
El filme fue nominado un año después de su estreno al premio Globo de Oro y al Oscar como mejor película extranjera.
Toshirô Mifune se llevó a México en el corazón. O al menos eso manifestó en una carta que envió tiempo después de su estancia en el país: “Tuve la satisfacción de encontrarme con ustedes los mexicanos en su propia tierra, tierra que respeto y quiero como a mi propio Japón”.