La General Motors no es la única empresa de Guanajuato que ha legitimado su sindicato, como lo establece la reforma laboral y el compromiso con el nuevo tratado de libre comercio T-MEC. Ya van más de 300 empresas de la industria automotriz y de otros sectores que han hecho el proceso de legitimación en el Estado.
Por Pablo César Carrillo
La General Motors es la empresa más grande e importante que ha realizado la legitimación, no solo en Guanajuato, sino en todo el país.
El caso llamó mucho la atención porque en la General Motors de Silao perdió el contrato colectivo la CTM (Confederación de Trabajadores de México) y ahora ganó el nuevo contrato SINTTIA un sindicato independiente de trabajadores (asesorados por el Sindicato Mexicano de Electricistas, SME).
El sindicalismo mexicano toma un nuevo rumbo con estos acontecimientos.
Por primera vez en la historia, un grupo de trabajadores pudo hacer un movimiento de inconformidad, pedir la legitimación y ganar una elección interna para rechazar el contrato de la CTM que funcionaba desde hace 27 años. Por primera vez los trabajadores expulsan al sindicato tradicional y crean su propio sindicato para negociar directamente con la empresa.
La reforma laboral
Esto se pudo hacer debido a la reforma laboral de mayo del 2019, impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La reforma obliga a todos los sindicatos del sector privado y gubernamental a hacer un proceso de legitimación antes del 2 de mayo del 2023, en donde los trabajadores tienen que votar para aprobar o rechazar el contrato colectivo de trabajo.
Esta reforma se hizo por petición de los gobiernos de EU y Canadá en la firma del nuevo tratado de libre comercio T-MEC, firmado justo cuando Andrés Manuel López Obrador asumía el cargo como Presidente de México.
Los gobiernos de EU y Canadá habían argumentado que era necesario que las empresas en México mejoraran las condiciones laborales de los trabajadores que eran dominados por contratos de protección patronal operados por la CTM.
A final de cuentas, el gobierno de México cedió ante la presión de EU y Canadá, y firmó los compromisos del capítulo 23 del T-MEC y llevó a cabo la reforma laboral.
Eso ha provocado que todas las empresas tengan que hacer su proceso de legitimación.
El caso General Motors
A nivel nacional ya son casi 3 mil sindicatos que han realizado la legitimación, pero solo 12 han logrado derrotar a la CTM, sindicato creado en la época del PRI (partido político mexicano que estuvo en el poder por más de 70 años).
En el caso de la General Motors se hizo porque ahí estuvieron involucrados los asesores de Martín Esparza, el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Ellos trabajaron durante casi dos años para infiltrar la empresa, convencer a los trabajadores y ganar la votación. El resultado está a la vista: un nuevo sindicato de izquierda, asesorado por el SME, negociará con la General Motors las nuevas condiciones de trabajo de una planta que tiene 6 mil 500 trabajadores. Solo de las cuotas sindicales son más de 30 millones de pesos al año.
Este triunfo pudo hacerse con la asesoría de Martín Esparza y de Napoleón Gómez Urrutia. Ellos además contaron con el apoyo del canadiense Jerry Días, el líder del poderoso sindicato UNIFOR de Canadá, el cual tiene el contrato colectivo de General Motors en Canadá. Por eso el movimiento obrero de GM adquiere un valor especial: Lo que no pudo hacer el PAN (Partido político de derecha que derrotó al PRI en 2003) en 12 años, lo está haciendo Morena (Partido político de izquierda que actualmente gobierna el país con Andrés Manuel López Obrador) en 3 años.
Eso significa que estamos solo en el principio de un nuevo movimiento sindical de izquierda en México. Los líderes sindicales ligados a la 4T no vienen por una empresa automotriz y punto. Esto es solo el comienzo. Ellos vienen por todo.