Las milenarias y exclusivas mochilas japonesas

Son un símbolo de su infancia desde hace más de un siglo en Japón.

Se llaman randoseru y son mochilas que los niños japoneses usan durante los seis años de primaria. Llevan por más de 2 mil días este accesorio que se ha convertido en parte de la memoria colectiva y la cultura de Japón. 

Son de cuero con un diseño sobrio, pero sumamente funcional. Las randoseru –palabra tomada del holandés que significa mochila–, llegaron a Japón a mediados del siglo XIX para ser utilizadas por el ejército nipón.

En 1885 se convierten en la mochila oficial del histórico instituto elemental Gakushūin, establecido para educar a los niños de la nobleza nipona. Con los años la sociedad japonesa la adoptó como la mochila nacional durante la educación primaria. 

Están construidas de cuero, aunque ahora se pueden encontrar más versiones en materiales sintéticos similares a la piel, y se compran entre julio y agosto. Los almacenes muestran los nuevos modelos y los niños emocionados buscan sus randoserus, que van desde las más tradicionales (colores sólidos) hasta los que tienen impresos personajes de Disney. Pero sus tonalidades también tienen un significado más allá de lo estético. Las de color amarillo, por ejemplo, informan que se trata de menores que están aprendiendo a caminar por lo que se debe tener más cuidado. 

Cada uno de sus compartimientos tiene un propósito y una medida específica. El objetivo de la mochila es también formativo. Que desde su infancia ejerciten el histórico orden nipón. Así que la bolsa frontal se utiliza para ciertos objetos y cada espacio tiene asignado un libro. También hay compartimientos para las tareas y para las notas mediante las cuales se comunican los profesores y los padres de familia. 

Los costos van desde los 300 hasta los 700 dólares (entre 6 mil y 14 mil pesos mexicanos) y a principios del presente siglo tuvieron un boom fuera de Japón. Aunque es costosa, si se calcula a largo plazo es una buena inversión ya será utilizada por mucho tiempo y también, explica el canal japonés NHK, en algunos casos son pagadas en ‘equipo’ por los abuelos y los padres.