En los talleres japoneses de calzado de lujo se hacen zapatos bespoke, es decir, la horma es fabricada desde cero tomando un molde de yeso del pie del comprador. Se debe esperar meses e incluso años para su fabricación y un par supera los 70 mil pesos mexicanos. El calzado de lujo japonés figura entre lo más exclusivo del mundo de la moda.
Los jóvenes maestros del lujo
Sus videos, con millones de reproducciones, son hipnóticos. En ellos, los artesanos del taller Siroeno Yosui muestran su hermoso oficio como zapateros de calzado de lujo. Sus creaciones complementarán los mejores trajes de vicuña alrededor del mundo y darán un aspecto sofisticado a aquellos que puedan pagar mocasines que rebasan los 290 mil yenes (más de dos mil dólares).
Los artífices de estas obras maestras rondan los 30 años de edad. Toshihide Takai y Ken Kataoka, son dos artesanos zapateros que honran el calzado desde su aclamado taller Siroeno Yosui, con sede en Tokio.
Accesorios que podrían verse como utilitarios, encuentran en estos jóvenes un grado de perfección que los convierte en piezas únicas de arte. Los mejores curtidores italianos les proveen de materias primas y su maestría ha quedado registrada en su canal de Youtube, en videos con 4.5 millones de reproducciones.
La paciente confección de sus zapatos y la pasión que muestran por preservar modelos emblemáticos, como los tradicionales mocasines Oxford, les han permitido figurar entre los mejores artesanos de zapatos bespoke del mundo, listas que acaparaban ingleses o italianos.
El lujo japonés en España
La primera parte de su formación en el mundo de la creación de zapatos fue en una fábrica de calzado ortopédico. Lo anterior, asegura Chie Mihara, le ayudó a entender la anatomía del pie y a priorizar el respeto al confort en sus creaciones, zapatillas hermosas que en tiendas de lujo en línea pueden rondar los 10 mil pesos mexicanos.
Sus fascinantes modelos han acaparado los blogs y revistas de moda de España pero también su mensaje de empoderamiento de la mujer contemporánea.
“Nosotras somos madres, trabajadoras ¡somos mujeres!”, declaró a Alicia Santiago, tuitera de moda, “y debemos tener zapatos a la altura de nuestras necesidades. Nosotras queremos ser femeninas, guapas, atractivas pero sin perder la comodidad”.
A los 18 años ingresa a la escuela de diseño en Fukuoka, Japón para después, en Tokio, formar parte durante dos años del taller de Junko Koshino, una diseñadora de modas vanguardista que se convierte en su maestra.
El tsunami de 2011, ha declarado, le dio otra óptica de los objetos y su valor intrínseco. Por eso sus zapatillas aunque podrían pertenecer al mercado de alta gama, enfocan su razón de ser al confort. Una apología a la belleza y a la comodidad que describe así en su blog:
“El mejor par de zapatos es el que usas hasta destrozarlo, nunca el que te destroza los pies”.
El arte de hacer zapatos en Minato
En el lujoso Minato, barrio chic en el corazón de la Metrópoli de Tokio, el taller de Yohei Fukuda es discreto y hermoso. Se ubica en el segundo piso de una torre en esquina y en la placa de entrada se lee en inglés: ‘El arte de hacer zapatos’.
El proceso de creación, explican en su página web, inicia cuando el comprador acude a su ‘atelier’ para tomar la medida de sus pies y fabricar una horma única; después se realiza un zapato de prueba para verificar las medidas; este será entregado en un plazo de entre 6 a 12 meses, para posterior, realizar la versión final que tomará otro medio año o un año entero más de creación. Los precios dependen del diseño y los materiales pero inician en 70 mil pesos mexicanos, poco más de 440 mil yenes.
Formado en Northamptonshire, el hogar tradicional de la zapatería inglesa, Fukuda funda en 2008 su propio taller en donde además del calzado, fabrica artículos de piel como carteras o bolsos, o excéntricos osos Teddy en pieles costosas que superan los 550 mil yenes, unos 90 mil pesos mexicanos.